Esta niña a simple vista es igual que las demás, pero en realidad esconde un secreto que le da pena admitir.
Y no es que le gusten las películas de ciencia ficción, ni su membrecía a "Investigadores de Ovnis Anónimos"; Simplemente que su naturaleza es artificial, ya que está hecha de metal.
Fabricada de una coraza metálica a base de acero inolvidable que refleja la envidia y las malas vibras, pero por falta de calibración de su coraza, aquellas envidias y malas vibras las absorbe la persona más cercana. Su mecanismo funciona con mercurio y tiene miles de cables y microchip en todo el cuerpo, y siendo mujer no se preocupa por su peso, se resigno a que por su estructura siempre pesara lo mismo, 250kg.
La niña robot fue hecha con amor y esperanza; pero antes de ser terminada, sus mecanismos interiores quedaron inconclusos, un chip de sentimentalismo y cariño se ausentaba de entre su tarjeta madre, a un lado de su disco duro, a la altura del pecho claro esta. La niña robot estaba programada para ser inteligente y carismática, pero por falta de ese chip no puede corresponder el cariño que todos sienten por ella.
Cruel destino le esperaba, vivir para siempre sin poder querer. Sin embargo no es por maldad, no es su culpa que en lugar de un corazón, tenga un engrane que funciona con mercurio en lugar de sangre. Tanto tiempo sin apreciar compañía es cruel, pero aún más cruel es que alguien nazca con la frialdad del metal y no sepa querer.
Dicen que con el tiempo las piedras se convierten en metales preciosos como el oro, esperemos que esta niña de acero con el tiempo se convierta en una preciosa humana.
