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Luis: El día de hoy entrevistaré a un personaje famoso, bueno, más bien a un alimento que está presente en la nutrición de muchos y además, es intolerado por otros.
Cuando uno lo ve, piensa que es asiático por su peculiar color y tono amarillento. Nuestro invitado está aquí presente, y desde la cocina nos responde algunas preguntas acerca de él.
Muy buenas noches Queso Amarillo, ¿Cómo se encuentra hoy?
Queso Amarillo: Aparte de un poco cálido por ser sacado del refrigerador, pues creo que algo... triste.
L: ¿Por qué se siente usted triste? ¿Es porque fue sacado del refrigerador?
QA: No, claro que no. Eso en estos momentos me tiene sin cuidado, a pesar de que sería el principal motivo para estar triste.
L: Hmm.... ¿Entonces a qué se debe esta tristeza?
QA: Es que llevo meses en el refrigerador y nadie se atreve a ponerme en algún alimento o a comerme así solito, y creo que me estoy acomplejando.
L: ¿Acomplejado?
QA: Sí.
L: Y... ¿A qué se debe?
QA: Bueno, disculpa por no responderte concretamente, pero soy un queso de pocas palabras. ¡Ah! Y respondiendo tu pregunta anterior, mis preocupaciones se deben a que nadie me come, y pienso que es porque no les gusta mi sabor.
L: No creo que sea por eso, en dado caso ¿Por qué comprarían un alimento como usted si no quisieran ingerirlo?
QA: La verdad ya ni sé. Veo que salen alimentos como el jamón, o los demás quesos, y yo me quedo en el refrigerador solito y apartado de todos. Además, mi único amor que fue una rebanada de queso blanco, que extraño mucho y espero que no la hayan desperdiciado, fue arrebatada de mi charola.
L: Qué sorpresa, pensé que los alimentos no se enamoraban.
QA: Yo pensaba eso también, pero un día, abrieron el refrigerador y ahí estaba ella, era la rebanada de queso blanco más hermosa. Cuando recién nos conocimos, me platicó acerca de su elaboración, también de sus sueños, que esperaba ser comida en una torta o en un sándwich con varios alimentos más. Pero un día, mientras le confesaba mi amor, el refrigerador se abrió y fue arrebatada de el canasto de quesos, y a partir de ahí he deseado ser comido para alcanzarla en el cielo de los quesos. Ah... (el Queso Amarillo suspira), cuando conoces el amor, cambias totalmente.
L: Muy interesante historia, de verdad que nunca imaginé que todo eso pasara en un refrigerador.
QA: Pues así es. Las personas siempre ven lo que quieren ver, y no creo que entre sus pensamientos esté una historia de amor entre quesos.
L: Muy cierto, pero cambiando de tema. Usted mencionó algo así como el cielo de los quesos...
QA: El cielo de los quesos es una leyenda que escuche de un queso oaxaca casi putrefacto que deliraba en su agonía. La verdad no sé si sea verdad, pero se escuchaba convincente y seguro de lo que hablaba.
L: Y, ¿acerca de qué hablaba con respecto al cielo de los quesos?
QA: Pues decía de un lugar llamado “Luna”, que esta hecho de el alma de todos los quesos que no caducaron y fueron comidos a buen tiempo, también de aquellos que fueron buenos.
L: Entonces por eso usted busca ser ingerido por alguien, la verdad pensé algo así como un suicidio “quesuno”
QA: Me imaginé que dirías eso, pero creo que te has dado cuenta de que la vida de un queso no es como la imaginabas.
L: Es muy cierto eso, y bien, una última pregunta. ¿Cuál es el propósito de un queso como usted? ¿cuáles son sus metas en su vida?
QA: Pues para mi una vida bien cumplida es una vida bien comida, jaja (ríe el Queso Amarillo). Pues veras, fui hecho por una razón, esa razón es ser comido y pues no hay destino más claro que el de un alimento. Debo admitir que al principio tenía miedo, pero después enfrenté la realidad y asimile mi destino.
L: ¿Se siente feliz de eso?
QA: Feliz no sería el término adecuado, yo lo determinaría más como sentirte completo, con algo que te sientes bien. Sabes, creo que me estoy empezado a derretir y a oler mal, sería mejor que me comieras o me metas al refrigerador, ¿no crees?
L: Señor Queso Amarillo, gracias por su tiempo y espero pronto lo coman, yo me lo comería pero no acostumbro comerme a mis entrevistados, además de que pasé a cenar muy bien, lo siento mucho, sino con mucho gusto.
QA: Bueno te comprendo; gracias a ti también, me desahogue un poco contigo, tenía ganas de contarle esto a alguien y como que no confiaba en ese pastel de fresas ni en esa lechuga del refrigerador...
L: Que pase muy buenas noches, y espero verlo mañana en el desayuno.
QA: Que la vaca lechera escuche tus palabras.
L: Adiós señor Queso Amarillo.