Este año, se celebra el mundial en Brasil y con ello, muchos
nos alegramos de ser representado en tan magno evento.
Específicamente en este país, el juego de pelota viene desde
nuestros orígenes, tal vez por eso nos guste tanto. Sin embargo, en el pasado, tenía
un significado cósmico; las estrellas revelaban el destino de pueblos, además
el honor y valentía se destacaban. Ahora sólo es entretenimiento para las masas.
Sea como sea, así es. Todos disfrutamos el fútbol, todos en
algún momento gritamos con alegría un gol, pero muy pocos aceptan la realidad.
Pero veamos la realidad del día a día del fútbol, ¿cuál es
su objetivo hoy en día? En lo personal, pienso que sólo se busca tener la razón
en discusiones donde nadie la tiene. Demostrar que un equipo es mejor que otro,
sin embargo, mientras unos discuten y se dejan de hablar, los jugadores sigue
ganando ese jugoso salario, de lo que a ti como fan, no te toca nada.
Claro, existe la posibilidad de que si México gana el
mundial, nuestro país mejore, no haya tanta contaminación, bajen los impuestos,
la calidad de la educación suba, tengamos políticos honestos, el cáncer se
erradique, seamos súper potencia mundial… o tal vez no.