Nota: Esto que escribí lo encontré hace poco en un cuaderno, ahí, olvidado entre notas de la escuela. (Así es, la ardillez que están a punto de leer fue de hace mucho tiempo atrás).
Nunca
fui y nunca seré parte de tus recuerdos ni de tu memoria. Para mí,
siempre serás un deseo, un deseo en el aire, flotando alto,
inalcanzable.
Nunca
fui tu meta, y creo que nunca lo seré, perdí una lucha que nunca
existió, y aun así me dejé vencer.
Me
gustaría retroceder en el tiempo, cuando el rose de nuestros labios
duraba una eternidad, cuando las mentiras ni engaños existían,
cuando todo era perfecto.
¿Por
qué mi mirada refleja tristeza?
Porque
te extraño.
Añoro
el recuerdo que terminó siendo una ilusión, que atormenta mi
corazón.
Ya
no puedo ocultar mis llanto en una sonrisa falsa.
De
nuevo vago entre sentimientos encontrados y recuerdos lejanos.
No
merezco nada, ni una mirada que venga de ti. Pero, dejame saber la
verdad, creo que me la merezco.
Déjame
encontrar la realidad, mirame a los ojos y dime que todo lo que
vivimos no significó nada para ti.
Te
reto.